bienbenidos a mi infierno

al igual que dante, cada uno tenemos nuestro propio infierno

viernes, 26 de octubre de 2012

Día 2.

Aun quedaba algo de presencia militar y policial en las calles intentando contener a los infectados, los suministros alimenticios se interrumpieron, por suerte los animales no se vieron afectados por esta extraña enfermedad así que los que no servían como alimento lo hacían como cebo, los humanos, diezmados hasta casi la extinción intentábamos sobrevivir como podíamos, de la noche a la mañana el mundo había cambiado radicalmente, se comenzaba a perder la noción del tiempo, nuestra única preocupación era sobrevivir en un mundo totalmente hostil, armados con lo que podíamos salíamos a la calle en busca de alimentos, y si por el camino encontrábamos algún policía o militar muerto cogíamos sus armas de fuego, descubrimos su secreto, el cerebro, destruyendo este órgano estos seres perecían, aunque estábamos seguros de que también morirían de inanición, después de todo la falta de alimento afecta a cualquiera ¿no?, algunos se suicidaron, otros como yo, elegimos vivir, a pesar de que la oscuridad cubría el mundo y todo lo que conocíamos había desaparecido. Escribo estas lineas con la esperanza de que las futuras generaciones sepan que se puede sobrevivir, que podemos intentar reconstruir nuestro mundo, que siempre, por muy amplia que sea la oscuridad, por mucho que nuestro corazón vacile y por mucho que nuestra mente dude debemos seguir adelante, luchando y abriéndonos camino para sobrevivir cueste lo que cueste,
Que siempre hay un mundo para nosotros.

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